Porque la vida me sonrie, los ninos me miran, los amigos me miman, las tardes se han vuelto aprovechables...me concedo un premio.
El premio de sonar (abiertamente y sin limites), que todo saldra bien, que los obstaculos no existen, que todo el mundo tiene algo de bueno.....alcanzare la gloria chiquita de saberme unica y revoltosa, y no creere a los que me aseguren lo contrario.
No pondre la otra mejilla, (esta llena de moratones), pero escuchare las replicas y les dare su justa respuesta.
Se acabo la pena, por el mundo, por mi, por los demas. No me sirve, y ademas es muy molesta, no me dejaba escuchar a los pajaros, de madrugada.
Ayer les oi, y me sorprendio no haber prestado atencion antes a su llamada nocturna e inesperada.
Creerme que puedo, y poder creermelo.
5 comentarios:
Adelante. me encantaría poder escuchar esos pájaros. Creo que hacía días que no leía algo tan hermoso. Los pájaros de madrugada son como un libro de poemas abierto bajo la lluvia. Aun no sé por qué, pero sé que es cierto.
Porque sobreviven, preciosos, ajenos a nuestra estupidez y petulancia. Escucharlos significa salir del agobiante túnel de la decrépita y a veces deprimente rutina.
ohhh! vaya que identificada me he sentido...
aunque me temo qe yo aun no oigo a los pájaros... :( no he llegado a ese punto.
muchos besos
Me encantar saber que has recuperado las ganas de escucharte, verte y soñarte. Te echaba de menos, tu valentía escondida.
Reinvéntate cada día y no les escuches, las piedras en tu tejado no te han de faltar, sólo hay que ignorarlas.
Tú lo vales mi pequeñita!
Me encantar saber que has recuperado las ganas de escucharte, verte y soñarte. Te echaba de menos, tu valentía escondida.
Reinvéntate cada día y no les escuches, las piedras en tu tejado no te han de faltar, sólo hay que ignorarlas.
Tú lo vales mi pequeñita!
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