He cruzado muchos puentes. El momento primero es el que asusta, el de planear los cuidadosos pasos que me llevaran al otro lado.
Uno pensaria que a base de cruzar muchos se aprende a no tener miedo, se domina una tecnica. Pero cada puente es diferente, y mas largo que el anterior, por lo que lo aprendido soporta, pero no sustenta.
Los puentes con sonrisas son los mas faciles. En aquellos en los que no se divisa el final se corre el peligro de apelar a la cobardia, no sea que este no lo crucemos...aunque una vez que se empieza, mirar atras ya no vale. Hay que cruzarlo. Y punto.
He cruzado muchos puentes, pero ahora mismo parecen pequenos, dibujables en una servilleta. Los que me intimidan son los puentes que vienen.
Sin embargo se, con una certeza que pica de excitacion, que esos tambien los cruzare.
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