S: Y a usted que le pasa, que es nuevo?
D: Nuevo..en que?
S: En que le partan el alma.
D: Ah, eso. No, nuevo no. Pero..
S: Entonces a que viene este revuelo? No ha pensado en cuidarse un poco mas? Un corte de pelo, practicar un deporte nuevo...
D: Pero esta usted tonto? Lo ultimo que necesito yo ahora es jugar al tenis. Ni fuerza para levantar una raqueta tengo. Lo que yo necesito es regodearme un poco en mi desamparo.
S: Revolcarse en su propia mierda, hasta que huela bien fuerte, asi, desde lejos.
D: No me gusta su tono sarcastico. Se nota que es usted un incredulo.
S: Si se refiere usted a lo que yo creo que se esta refiriendo...si, bastante incredulo.
D: Usted no cree en el amor. No sabe como se siente cuando a uno le arracan el motor que le arrastraba por la vida.
S: Amigo, escuchese. Amor, motor y arrastrarse. Yo creo que es usted el que no sabe de lo que habla: El motor lo deberia sentir rugiendo cada dia, sin combustibles externos de ningun tipo.
Si se arrastra es que no anda, o corre, o vuela. La vida hay que recorrerla a paso firme. Erguido. Y el amor...ay el amor.
D: Eso es mas complicado, eh?
S: No. Es mas dificil de describir. Hay muchas formas de amor, pero ninguna de ellas deberia dejarle arrastrandose por el suelo. Eso no es amor. Eso es hijoputismo.
D: Jajaja! Empiezo a ver adonde quiere usted llegar.
S: Ya iba siendo hora. Otro vino?